La Organización Internacional para las
Migraciones desarrolla programas de prevención del delito de trata de
personas, protección de las victimas (sobrevivientes) y difusión de información
básica para la correcta comprensión del fenómeno migratorio a nivel
global.
La trata de personas
es una "oportunidad de negocio" que nace a partir de dos ingredientes
esenciales a saber: Uno de ellos es la situación de pobreza extrema, violencia
social, u otras condiciones que tornan imposible la vida del ser humano
en su medio originario; y por otro lado las leyes restrictivas que cierran las
fronteras nacionales impidiendo el libre ejercicio del derecho a migrar.
Esta situación obliga
al migrante a buscar vias alternativas de escape, asumiendo el riesgo de ser
captado por grupos criminales para los cuales el representa una simple mercancía
que se ofrece en el mercado de la prostitución, o del tráfico ilegal de órganos, o del narcotráfico y el crimen organizado.